Después de los
buenos resultados de la jornada, unos cuantos compañeros y yo hemos decidido
salir de fiesta. Hemos alquilado una limusina que nos espera en la puerta. Me
detengo para hacer el último retoque frente al espejo y salgo hacia ella. Subo.
Dentro ya están mis compañeros. Hay unas botellas de cava abiertas en los
asientos. Brindamos por nosotros. La siguiente parada: un restaurante de lujo
donde tenemos reservada una mesa.
La limusina nos
deja en la puerta, la gente que pasa en ese momento por la calle se nos queda
mirando y hace alguna foto con el móvil. Pero no nos paran en entramos rápido
en el restaurante. Allí, los camareros nos quitan las chaquetas y las guardan
en un armario. Después nos guían hacia una mesa apartada y exclusiva. Nos
sirven unas copas y, en breve, salen unos cuantos platos de lo más selecto.
En la mesa de al
lado hay unos cuantos miembros del gobierno que se acercan a felicitarnos por
nuestro último partido. La cena se alarga hasta bien entrada la noche, no hemos
bebido casi alcohol ya que puede hacerle mala prensa al Club, y a nosotros
mismos.
Llamamos por
teléfono al conductor de la limusina para que venga a recogernos. Hacemos un
poco de tiempo hasta que llegue y salimos del restaurante. Está esperándonos en
la puerta. Subimos y os dirigimos a la discoteca Fiven, un local de moda en las
afueras de la ciudad. Tenemos reservada la zona VIP, y hemos invitado a venir a
lo más selecto de la ciudad: empresarios, periodistas, representantes de
conocidad marcas de moda…
Al llegar, hay
cola para entrar. Afortunadamente, el personal de seguridad nos deja pasar. La
gente de la cola se nos queda mirando. Y se escucha algún grito de
desaprobación de un grupo de chicas…una turba de amargadas, seguro. Más
quisieran tener un novio guapo y rico como yo.
Cuando entramos en la
discoteca nos escoltan una pareja de gorilas de seguridad, van empujando a los
chavales para que podamos pasar. Llegamos a unas escaleras que suben a la zona
VIP, desde dónde se pueden ver todas las salas de baile. Ya han llegado algunos
de nuestros invitados. Mientras saludamos, algunas de las camareras esperan
para hacerse fotos con nosotros. Son chicas muy guapas y seguro que tienen
ganas de marcha con alguno de nosotros.